Origen: Un avivamiento religioso, durante el invierno de 1880-1881, había traído a muchos jóvenes al seno de la iglesia congregacional de Williston, de la ciudad de Pórtland, Me., E.U., y el joven y piadoso pastor de ella, Reverendo Francis E. (Enrique) Clark, sintió la necesidad ingente de encauzar las energías y las actividades de aquellos jóvenes, para su propio desarrollo espiritual y para la mayor bendición de la Iglesia.
La constitución: Y Dios inspiró a su siervo la idea del Esfuerzo Cristiano. El Sr. Clark dio forma a la constitución, y citando a los jóvenes, se las lee, y los invita a afirmarla, para organizar así la primera Sociedad de Esfuerzo Cristiano. Un número como de cincuenta, entre ellos W. H. Pennell, el primero, toman la pluma y firman la constitución. Era el 2 de febrero de 1881.
El primer artículo: Dos meses más tarde aparecía en “El Congregacionalista”, y era reproducido por muchos otros periódicos cristianos, un artículo del Sr. Clark, titulado “Cómo cuida una iglesia de sus jóvenes”, en el que el joven pastor hablaba de su Sociedad de Esfuerzo Cristiano y lo admirablemente que estaba sirviendo a la juventud y a la iglesia.
Dios hizo lo demás: Esto bastó para interesar a todos los pastores, como el Sr. Clark, todos los ministros tenían el problema de cómo emplear y encauzar las energías y entusiasmos de la juventud. El Esfuerzo Cristiano fue probado en todas partes y en todas partes daba los resultados apetecidos. Y por todo Estados Unidos, y por todo el mundo, en todas las naciones, en todas las Denominaciones, en todas las razas, el Esfuerzo Cristiano fue probado y fue hallado bueno.
La Semana del Esfuerzo Cristiano: En la Convención de Los Angeles, Calif., E. U., se acordó que en todo el mundo se celebre la “Semana del Esfuerzo Cristiano”, empezando el domingo anterior y terminando el domingo posterior al 2 de febrero.